Las microdosis sublinguales de hierbas, desarrolladas por el Dr. Eugenio Martínez Bravo, un médico mexicano de la Universidad de Zacatecas, representan una innovadora forma terapéutica que se sitúa entre la alopatía y la homeopatía. Esta técnica utiliza extractos altamente diluidos de plantas medicinales, hongos, minerales y otros materiales, disueltos en un vehículo hidroalcohólico. La característica distintiva radica en la ínfima cantidad de sustancia activa que se administra, postulando que el efecto no depende de la concentración en sangre, sino de un mecanismo de acción neurosensorial que estimula las terminaciones nerviosas de la lengua.
El método de uso de estas microdosis es simple y directo: se administran unas pocas gotas (generalmente 2 o 3) directamente debajo de la lengua. Según la hipótesis del Dr. Martínez Bravo, al entrar en contacto con las terminaciones nerviosas sublinguales, estas minúsculas dosis desencadenan una señal eléctrica de bajo voltaje. Esta señal viaja rápidamente a través de la médula espinal hasta el hipotálamo y la corteza cerebral, desde donde se dirigen impulsos al órgano o tejido afectado, corrigiendo sus funciones y promoviendo la curación. Esta vía neuro-hormonal se cree que potencia la acción farmacológica de la sustancia, manteniendo su efecto terapéutico pero sin la necesidad de altas concentraciones.
En cuanto a su efectividad y ventajas, las microdosis han demostrado ser prometedoras en el tratamiento de diversas dolencias, incluso en casos donde la medicina convencional puede generar efectos secundarios. Se les atribuye una acción rápida y profunda, sin agredir al organismo, y una de sus principales ventajas es la casi total ausencia de efectos colaterales o secundarios, así como la inexistencia de adicción. Además, pueden ser utilizadas en combinación con otros tratamientos y su costo es significativamente bajo en comparación con otras terapias, lo que las convierte en una alternativa accesible y de gran impacto económico, especialmente para comunidades con recursos limitados.
La historia de las microdosis se remonta a más de 40 años, cuando el Dr. Eugenio Martínez Bravo, influenciado por las prácticas de su abuelo en la medicina tradicional y la herbolaria mexicana, desarrolló esta técnica de forma fortuita. Su descubrimiento se inserta en la rica tradición de la herbolaria mexicana y la electrofisiología, buscando una conexión entre los sistemas neurológico, endocrino e inmune. Si bien la hipótesis de su mecanismo de acción a nivel neuro-hormonal aún requiere de mayor investigación científica para ser completamente validada, la experiencia clínica y los resultados observados en diversos estudios sugieren un potencial considerable, posicionando las microdosis como una alternativa terapéutica con perspectivas amplias y relevantes para la salud.
Las microdosis gotitas se administran de manera sublingual 2 gotitas hasta 4 veces por día por regla general.
La idea es, que los principios activos de esas 2 gotitas ingresen al torrente sanguíneo.
Se aguantan en boca en unos 20 - 30 segundos hasta disolver y listo!
La herbolaria en microdosis es una alternativa en el uso de las plantas y hierbas medicinales, hongos, adaptógenos,
minerales y oligoelementos para el tratamiento de diversos padecimientos.
Mediante la administración de pequeñas cantidades de extractos 100% naturales en soluciones hidroalcohólicas, se desencadenan respuestas neurohormonales (hipotálamo) que viajan del cerebro a la zona afectada logrando su mejora.
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Las microdosis sublinguales de hierbas, desarrolladas por el Dr. Eugenio Martínez Bravo, un médico mexicano de la Universidad de Zacatecas, representan una innovadora forma terapéutica que se sitúa entre la alopatía y la homeopatía. Esta técnica utiliza extractos altamente diluidos de plantas medicinales, hongos, minerales y otros materiales, disueltos en un vehículo hidroalcohólico. La característica distintiva radica en la ínfima cantidad de sustancia activa que se administra, postulando que el efecto no depende de la concentración en sangre, sino de un mecanismo de acción neurosensorial que estimula las terminaciones nerviosas de la lengua.
El método de uso de estas microdosis es simple y directo: se administran unas pocas gotas (generalmente 2 o 3) directamente debajo de la lengua. Según la hipótesis del Dr. Martínez Bravo, al entrar en contacto con las terminaciones nerviosas sublinguales, estas minúsculas dosis desencadenan una señal eléctrica de bajo voltaje. Esta señal viaja rápidamente a través de la médula espinal hasta el hipotálamo y la corteza cerebral, desde donde se dirigen impulsos al órgano o tejido afectado, corrigiendo sus funciones y promoviendo la curación. Esta vía neuro-hormonal se cree que potencia la acción farmacológica de la sustancia, manteniendo su efecto terapéutico pero sin la necesidad de altas concentraciones.
En cuanto a su efectividad y ventajas, las microdosis han demostrado ser prometedoras en el tratamiento de diversas dolencias, incluso en casos donde la medicina convencional puede generar efectos secundarios. Se les atribuye una acción rápida y profunda, sin agredir al organismo, y una de sus principales ventajas es la casi total ausencia de efectos colaterales o secundarios, así como la inexistencia de adicción. Además, pueden ser utilizadas en combinación con otros tratamientos y su costo es significativamente bajo en comparación con otras terapias, lo que las convierte en una alternativa accesible y de gran impacto económico, especialmente para comunidades con recursos limitados.
La historia de las microdosis se remonta a más de 40 años, cuando el Dr. Eugenio Martínez Bravo, influenciado por las prácticas de su abuelo en la medicina tradicional y la herbolaria mexicana, desarrolló esta técnica de forma fortuita. Su descubrimiento se inserta en la rica tradición de la herbolaria mexicana y la electrofisiología, buscando una conexión entre los sistemas neurológico, endocrino e inmune. Si bien la hipótesis de su mecanismo de acción a nivel neuro-hormonal aún requiere de mayor investigación científica para ser completamente validada, la experiencia clínica y los resultados observados en diversos estudios sugieren un potencial considerable, posicionando las microdosis como una alternativa terapéutica con perspectivas amplias y relevantes para la salud.
Las microdosis gotitas se administran de manera sublingual 2 gotitas hasta 4 veces por día por regla general.
La idea es, que los principios activos de esas 2 gotitas ingresen al torrente sanguíneo.
Se aguantan en boca en unos 20 - 30 segundos hasta disolver y listo!
La herbolaria en microdosis es una alternativa en el uso de las plantas y hierbas medicinales, hongos, adaptógenos,
minerales y oligoelementos para el tratamiento de diversos padecimientos.
Mediante la administración de pequeñas cantidades de extractos 100% naturales en soluciones hidroalcohólicas, se desencadenan respuestas neurohormonales (hipotálamo) que viajan del cerebro a la zona afectada logrando su mejora.